Averigua lo que quieres hacer
La información es poder, y más cuando se trata de hacer cambios en tu entorno. No saber qué tipo de reforma quieres, cuánto durará o qué condiciones debes cumplir para llevarlo a cabo puede ser fatal. Una rehabilitación no es lo mismo que una reforma, del mismo modo que no es lo mismo un melón que un sandía… Bueno, tú ya nos entiendes. En este artículo de El País encontrarás más información de utilidad.
No hagas lo fácil difícil
Seguro que alguna vez has querido ocuparte tú de hacer ese ‘arreglillo’ que parecía fácil para poder sentir el orgullo de haberlo hecho con tus propias manos. En una reforma, déjanos decirte que esto… ¡No es conveniente! A pesar de que tengas nociones de, por ejemplo, fontanería y albañilería, esto tiene sus riesgos, ¡y son peligrosos! Lo que en principio era para un par de días puede aumentar a una semana, y por tanto, más gastos. Déjalo en manos de profesionales, y no te preocupes, podrás lucirte en otros temas.
No solicitar la licencia de obras
Este punto es IMPORTANTÍSIMO. Sin licencia no hay obra, así que por favor, no inicies el proyecto sin haberte asegurado de que te hayan concedido la licencia de obra, o encargarle a la empresa que te la consiga (como podríamos hacer nosotros por ejemplo…). La espera para conseguir la licencia merecerá la pena. En la sede electrónica del Ayuntamiento de Valencia puedes encontrar toda la información para la solicitud de la licencia.
No solicitar el presupuesto
Persona previsora vale por dos, por lo que solicitar un presupuesto previo a la realización de la obra te permite visualizar cuáles son tus opciones y cuánto costaría cada una de ellas. Pide siempre que puedas un presupuesto desglosado, así podrás asegurarte de saber qué servicio, material y cantidad será lo que se lleve a la práctica. Y hablando de todo un poco, nosotros te lo podemos hacer de forma gratuita, así que, si te interesa… Puedes pedir tu presupuesto ahora mismo si lo deseas.
No poner una fecha de penalización
Sí, has leído bien, penalización. Si la obra se retrasa sin una justificación, puedes empezar a cobrar por cada día de retraso en la obra, sino podrías encontrarte con un problema serio. Esta fecha debe quedar reflejada en el contrato para que quede constancia legal.
Darle prioridad a la estética o situaciones puntuales
Pensar simplemente en mejorar la estética sin tener en cuenta si afecta o no a la distribución y utilidad de cada espacio es un error común, pero aun así conviene evitarlo. Por ello, prever cómo quedará la vivienda después de la reforma y plantear las distintas posibilidades es un paso indispensable. Aferrarse a una idea solamente por su estética puede llevarte al fracaso, a la frustración, y no queremos eso.
Querer liderar el proyecto
Es lógico que pienses que, en tu casa, tú debes formar parte del grupo que toma las decisiones. El error está en querer llevar el bastón de mando, sin escuchar a los profesionales. Confía en tu equipo, escucha sus propuestas y consejos. Es un equipo que está a tu servicio y para ayudarte, recuérdalo y tendrás buenos aliados en tu proyecto.